Sufrió el martirio en Roma en los comienzos de la persecución de Diocleciano. Su sepulcro, en las catacumbas de la Vía Apia, fue venerado ya desde muy antiguo. En el siglo IV se construyó una Basílica en su honor y su devoción se extendió tras la liberación de la peste del año 680 por intercesión del santo.
Hay que pasar mucho para entrar en el Reino de Dios. Muchas son las persecuciones, muchas las pruebas; por tanto muchas serán las coronas, ya que muchos son los combates.
Pongamos como ejemplo al mártir san Sebastián , cuyo día natalicio celebramos hoy. Este santo nació en Milán. Quizá ya se había marchado de allí el perseguidor, o no había llegado aún a aquella región. O la persecución era más leve. El caso es que Sebastián vio que allí el combate era inexistente o muy tenue.
Marchó, pues, a Roma, donde recrudecía la persecución por causa de la fe; allí sufrió el martirio, allí recibió la corona consiguiente. De este modo, allí, donde había llegado como transeúnte, estableció el domicilio de la eternidad permanente.
Pero, además de los perseguidores que se ven, hay otros que no se ven, peores y mucho más numerosos.
Dice la Escritura: Todo el que se proponga vivir piadosamente en Cristo Jesús será perseguido. Se refiere a todos, a nadie exceptúa. ¿Quién podría considerarse exceptuado, si el mismo Señor soportó la prueba de la persecución?
¡Cuantos son los que practican cada día este martirio oculto y confiesan al Señor Jesús! También el Apóstol sabe de este martirio y de este testimonio fiel de Cristo, pues dice: Si de algo podemos preciarnos es del testimonio de nuestra conciencia.
Oración
Te, rogamos, Señor, nos concedas el espíritu de fortaleza para que , alentados por el ejemplo glorioso de tu mártir san Sebastián, aprendamos a someternos a ti antes que a los hombres. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
A CRUZ XUBILAR DA FRANQUEIRA ONDE SE REALIZAN AS BENDICIÓNS
Con motivo da celebración do Cerco de San Sebastián, entrego a esta parroquia e a tódolos seus veciños, un traballo que consiste nun estudio publicado en gran parte pola Revista de estudios provinciais de Pontevedra e que realizou Don Estanislao Fdez de la Cigoña. O traballo versa sobre o cruceiro onde tódolos anos ascendemos coas veneradas imaxes para a bendición dos traballos, dos campos e dos animáis.
Os retazos da nosa historia que poidamos ir recollendo servirá tamén para valorar o que fixeron os nosos antigos como testemuña da súa fe e entrega polo pobo e por Deus.
ANO XUBILAR
Nos finais do século XIX, a instancias do Papa Leon XIII celebrouse en todo o mundo un ano xubilar. O cambio de século propiciou, igual que aconteceu no comezo do terceiro milenio, que se lembrara dun xeito especial esta data tan significativa. O bispo de Tui, naquela, D. Valeriano Menéndez Conde, animou a que en distintos lugares se erguesen monumentos á honra do noso Salvador. Así foi como nos montes Aloia, Tegra, Picaraña e San Cibrán se bendecían as cruces conmemorativas.
Tamén na Franqueira xurdiu esta noble idea, e, a instancias dos párrocos da comarca, encabezados polo Abade desta feligresía, que era D. Juan Camiña (párroco nos anos 1.894- 1.903) seguíronse os mandados do bispo.
As crónicas da época recollen paso a paso esta historia. Sobre todo aparece reseñada no xornal “La Integridad” que se publicaba en Tui. A primeira noticia data do 9 de agosto de 1.900 e di : “Existe el pensamiento de erigir en la cima de la montaña de la Franqueira un monumento a Cristo Redentor”.
No mesmo xornal con data de 20 de setembro de 1.900 dise: “Según noticias que hemos recibido de la parroquia de La Franqueira se está levantando un monumento a Cristo Redentor en una colina próxima a la iglesia parroquial. Las obras de construcción corren a cargo de muy conocido maestro señor Cerviño, el que espera dar remate al monumento en todo el mes de octubre próximo. Los gastos que ocasiona serán satisfechos por los donativos de los piadosos fieles de las parroquias comarcanas. El monumento se inaugurará con una peregrinación...”
¿Que é este moi coñecido mestre señor Cerviño?. Pois segundo as investigacións ven sendo un tal Ignacio Cerviño Quinteiro.(1.830-1.905). Pertencente a unha das xeracións de canteiros máis famosos de toda Galicia. Os máis fermosos cruceiros e tumbas en pedra que hai por moitos lugares débense á maestría destes homes. Este canteiro por esta época estaba traballando en varias obras na comarca de Ponteareas e foi contratado para realizar este cruceiro conmemorativo.
A data e o significado están escritos na pedra e que aparece transcrito e traducido na primeira páxina deste documento.
INAUGURACIÓN
No día 7 de novembro de 1.900, no mesmo xornal, danse máis novas do monumento: “El piadoso pensamiento de levantar sobre la cumbre de estas montañas un monumento conmemorativo de presente Año Santo, consagrado a Cristo Redentor, ha comenzado a realizarse al empezar los trabajos de construcción de la obra. Para arbitrar los recursos con que cubrir los gastos que ha de ocasionar el monumento ha dirigido una circular a los párrocos de la región el muy respetable señor abad, párroco de Santa Marina de Covelo, recorriendo todas las parroquias el de Prado de Canda. Los señores abades y ecónomos de Castelanes, Barciademera, Lougares, Mondariz, Covelo, Lamosa, Paraños, Prado de Canda, Mouriscados, San Martín da Portela, Cumiar, Oliveira (Santiago y San Lorenzo), Lira, Celeiros, Guillade, Batallanes, Huma, Franqueira, Achas, Petán, Cañiza, Parada, Luneda, Covelo y Meirol, acogieron con enusiasmo la idea, ofreciéndose gustosamente a contribuir en la medida de sus fuerzas... Aún no han contestado los párrocos de Maceira, Campo, Fofe, Godones y Prado de Abogariña, pero se espera que sea favorable. También se prestaron D. Bernardino Alonso, canónigo de Orense, Sr. Coadjutor de Parada, maestro de Huma y otros particulares”. “
Polo inverno véronse obrigados a retrasar a inauguración e bendición do monumento. Por fin a data escollida foi o día 16 de xullo de 1.901 e así o relata a crónica do xornal.
“Los pueblos que están situados en las vertientes de los montes de La Franqueira habían levantado sobre un cerro de aquellas montañas una cruz, para testimonio, en las generaciones venideras, de su fe al finalizar el siglo XIX.
El día 15 subieron desde Tuy a aquellos montes para bendecir dicho monumento el M.I. Chantre de la S.I. Catedral, Presidente que fue de la Junta Diocesana de Homenaje a Cristo Redentor en el Año Santo y el M.I. Sr Penitenciario, invitado para dirigir su elocuente palabra a la muchedumbre de fieles que allí debía concurrir. En las primeras horas de la mañana de 16 empezaron a llegar las procesiones de las parroquias con sus respectivos párrocos y cruces parroquiales. Los piadosos romeros entonaban variados y armoniosos cánticos religiosos, dirigiéndose al espacioso templo donde se venera la antiquísima imagen de la Virgen...
A las diez y media bendijo el monumento el M.I.Chantre, celebrando, seguidamente, la Misa solemne en un altar portátil levantados al pie de aquel, ante la devota muchedumbre que permanecía inmóvil a pesar del sol abrasador que sobre ella despedía sus rayos... Al terminal predicó desde las gradas el Penitenciario un elocuente y oportuno discurso, encareciendo las glorias de la Cruz.... al terminar volvieron los fieles y clero en procesión con sus cruces parroquiales y estandartes al templo de la parroquia...
El número de peregrinos que asistieron ascendía, según cálculos, a cuatro mil elevando otros este número a cinco o seis mil, cantidad verdaderamente extraordinaria... Quiera el cielo acrecentar esa fervorosa fe religiosa de la cual ha sido espléndida manifestación la reciente solemnidad celebrada en estas altas montañas para bien de la Iglesia y del pueblo”